Años de pandemia derivaron en una crisis económica internacional que se refleja directamente en el bienestar de las familias. Están quienes perdieron su empleo y lograron conseguir otro, pero están los que tienen trabajo con un sueldo menor o los que están aún desempleados. En este contexto ha llegado los récords de inflación para enfriar los bolsillos en esta época de fin de año.
Ciudad de México, 1 de enero (SinEmbargo).- En el mercado o en el súper. Mientras los productos son cobrados la cuenta aumenta y aumenta. Así fue en la Navidad, el Año Nuevo y lo será para el Día de Reyes. El comentario común es que hace un año toda la familia estuvo separada por el encierro y este año hay que aprovechar. La diferencia con respecto al 2020 es que la crisis económica golpea a todos en el mundo.
Desde la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) se lanzan los mensajes de “en este fin de año cuida tus finanzas, ahorra y no gastes de más”. Entre los consejos básicos están el llevar un control de los gastos, planear las compras, respetar los presupuestos, ser precavido con la tarjeta de crédito y prever los gastos de enero, como el impuesto predial y los gastos fijos, además del Día de Reyes.
De acuerdo con datos de agencia de consultoría Kantar México, este año el 76 por ciento de las familias cocinará la cena en casa para convivir con sus seres queridos. Además, durante diciembre, las familias mexicanas gastan 5 por ciento más en productos de consumo masivo, principalmente del canasto de Bebidas Alcohólicas y Alimentos.
Según sus cálculos, este tipo de celebraciones representan en promedio un gasto de hasta 6 mil 500 pesos.
El llamado a ser reservados con los gastos no es solo un tema clásico de fin de año. O al menos en este 2021 no lo es y hay varios indicadores que lo sustentan.
Este 2021 se publicaron los datos actualizados de pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que muestran que de 2018 a 2020, la población en condiciones de pobreza en México aumentó a 3.8 millones de personas al pasar de 51.9 millones a 55.7 millones, lo que es un incremento de 2 puntos porcentuales con respecto a hace dos años.
Es decir, la población mexicana que vive en esta situación aumentó de 41.9 por ciento a 43.9 por ciento. En cuanto a la pobreza extrema, pasó de 8.7 millones a 10.8 millones de personas; 2.1 millones de personas más; un incremento de 7 por ciento a 8.5 por ciento en el mismo periodo.
Pero en los datos está directamente el efecto de la pandemia, ya que por entidad federativa, Quintana Roo es la entidad donde más creció la pobreza, con 2 puntos porcentuales de 2018 a 2020. Las entidades que le siguen son Baja California Sur, Tlaxcala, Estado de México y Yucatán.
Es decir, se trata de entidades que basan su economía en una de las actividades que más afectada resultó por la pandemia: el turismo. Fueron los ingresos laborales los que más impactaron para el crecimiento de la pobreza.
Para finales de noviembre, a este contexto, se sumó la inflación. El aumento de precios en México y Estados Unidos ya rebasó los pronósticos de las autoridades. En la primera quincena de ese mes, la inflación superó el techo de 7 por ciento y las previsiones que tenía el Banco de México (Banxico), según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Un rebote que no se veía en 20 años.
Para la primera semana de diciembre, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tuvo un incremento en noviembre de 1.14 por ciento, el mayor aumento para dicho mes en 21 años, con lo que la inflación general anual quedó en 7.37 por ciento, es decir, 1.13 puntos más que en octubre, informó el Inegi.
De acuerdo con el economista y politólogo Mario Campa, se observa un observa optimismo dentro hogares sobre la propia valoración sobre la economía en general, muestra de ello es que la confianza del consumidor se mantiene en buenos niveles y constante.
“Ahorita algunos hogares estarán optimistas porque reciben ya algún tipo de apoyo, no solo de los programas sociales, sino también la pensión no contributiva, también la recuperación del empleo que ya está por encima de su nivel en febrero o marzo del 2020, lo que puede ser un factor del incremento en los salarios”, comentó en entrevista.
Pero todo este escenario también depende en gran medida de si se podrá contener la cuarta ola de COVID-19 por los impactos directos a una economía que empieza a dar sus primeros pasos.
Campa mencionó que esta incertidumbre, y con el avance de la variante Ómicron del SARS-COV-2, se recomienda que en este tramo del fin de año y día de reyes, se actúe con mesura, porque aunque hay optimismo, incluso habría que prever los gastos que pueda generar una posible enfermedad de uno o varios de los que viven en el hogar.